¡Qué bueno que vinieron!

Por Norge Céspedes

“Qué bueno que ustedes vinieron, qué bueno que trajeron su entusiasmo, su buena voluntad

para hacer y salir adelante, aunque sea considerable el reto, como lo es ahora, en esta tierra azotada por huracanes”, dijo Alejandro Robaina, el famoso cosechero de tabaco, al recibir en su hogar la visita de una representación de los artesanos de Matanzas que desde el 17 de noviembre prestan ayuda solidaria en Pinar del Río.
Según uno de los creadores que estuvieron en casa de Robaina en esa oportunidad, “aquellas palabras se colaron bien adentro, en el alma, y dieron ánimo, reafirmaron que el gesto que se llevaba a cabo era un gesto apropiado, era el único que cabía en un momento como este”.
Luego de las coordinaciones necesarias, se había determinado que los matanceros apoyaran, de manera específica, en el levantamiento de la Feria de los Artesanos (que tiene 60 metros de frente y 12 de profundidad) y en la restauración de las fachadas de varias casas y organismos e instituciones cercanas a ese lugar.
Para organizar el trabajo se decidió crear brigadas. La integran por lo general unas 10 personas. Trabajan durante una semana. Luego otra nueva brigada los releva. Así ha ocurrido hasta la fecha.
Dagoberto Arencibia llegó a Pinar del Río el 24 de noviembre. Era la segunda semana de labores. Era la segunda brigada que arribaba y a él lo habían puesto al frente de la misma. Al principio le surgieron temores de que algo no marchara bien pero luego se dio cuenta de que eran infundados.
“No hubo problema alguno; aunque hacía falta un gran esfuerzo, desde que llegamos todo el mundo se puso a trabajar en serio; empezábamos bien temprano y terminábamos a las 8:00 p.m. más o menos.
“Fundimos cimientos, columnas y alquitrabes, repellamos y embetunamos la fachada... Hicimos un montón de cosas y siempre se mantuvo un ambiente agradable, de unidad, de amistad, de conciencia de la importancia de lo que llevábamos a cabo.
“Cada cual se encargaba de lo que más se hallara a su alcance, lo que en realidad podía; y, por cierto, allá se reveló el talento de algunos artesanos que son además excelentes albañiles.”
Algo que jamás olvidará es que, en el fragor de la jornada, se fueron estableciendo nuevas amistades, entre los propios miembros de la brigada y también entre los creadores pinareños que también daban su aporte en el lugar.
Recuerda, por ejemplo, a Fidel, un orfebre, una gente muy noble, que ayudó con las rejas.
Esta nueva ‘mano’ que los matanceros que le dan a los pinareños se une a otra iniciativa previa para solidarizarse con ellos, la cual consistió en la recogida de una valija de ropas y calzados, útiles del hogar y juguetes.
Otro gesto solidario de los artesanos matanceros, otro gesto propio de gente sensible, de gente humana, que se preocupa por los demás.